Ayer ha sido un día muy especial por dos motivos. El primero, es que era el día del Padre en Argentina (y América). ¿El segundo? Fue el primer día desde que Muriel nació que lo pasamos separadas. Por cuestiones de distancia yo fui a ver a mi papá y ella viajó con su papá a la casa del abuelo paterno.
No les voy a negar que lo sufrí muchísimo, por momentos no podía contener las lágrimas (quienes me leen ya saben que soy llorona). Creo que terminó siendo más duro para mí que para ella, que jugó y disfrutó de sus primos, abuelos y familia paterna.
Pero también creo que fue una prueba, nuestra primera prueba de fuego. Un aprendizaje para las dos. Porque si bien tiene 15 y todavía no es independiente en el sentido raso de la palabra, Muriel está empezando a ser autónoma de su mamá. Y en el buen sentido de la palabra, ya no llora si no está en upa mío y volvió a disfrutar de los ratos con papá como cuando era bien chiquita y lo buscaba.
Por otra parte, ella demostró con su comportamiento que está creciendo. Se sentó a la mesa con todos, comió locro casero y usó los cubiertos solita, ante el asombro de todos. Recurrió a papá cuando se sintió intimidada. Sociabilizó con sus primas sin esperar a que la inviten a jugar. Bailó, corrió. Jugó con sus primos, los melli.
Yo lloré, de tristeza y alegría, limpié mi alma. Me sentí sola por un momento, pero no olvidé que mi hija no es de mi propiedad. Y recordé esta frase anónima tan linda y tan cierta:
“Hay dos regalos que debemos dar a nuestros hijos: uno es raíces y el otro alas.”
¡Feliz lunes!
Hola guapa!
ResponderEliminarNo te puedes hacer una idea de cómo te entiendo...
Bueno, yo soy madre separada, aunque me volví a casar y todo aquello quedó atrás. Pero cada verano mi niño se marcha 15 días con su padre y después de seis años no he logrado superar ese trago que año tras año me toca pasar. Es como si tuviera la extraña sensación de que si no está conmigo algo no va a ir bien. Como si lejos de mí no fuera a estar seguro.
Supongo que será ese famoso cordón umbilical imaginario del que yo suelo hablar, pero que cada día estoy más segura que ahí está.
Un besote fuerte!
Mixka!!! Y también creo que ese cordón existe y cada día me convenzo más de su existencia... Creo que siempre voy a sentir esa extraña sensación cuando no esté conmigo, pero a la vez no puedo ser egoista y tengo que darle alas y a su papá la posibilidad (si bien no estamos separados trabaja casi todo el día) de ese tiempo preciado con Muriel del que yo gozo cada día las 24 hs.
EliminarGracias por tu comentario. No me siento sola...
Besote gigante!!!
La frase es buenísima, pero te entiendo. Hace unos meses tuve una cena, llevaba diez minutos en el coche, y tuve que llamar a mi madre para pregutnar como estaba....es tan difícil separarse, pero tan sano para ambas....
ResponderEliminarUn secretico...yo también soy MUY llorona jaja
Besucos geniaaaaaaaaaaaaaaaa
Es sano pero a la vez que difícil es despegarse che!!! Al final somos nosotras las que no queremos cortar el cordón jajajaja
EliminarVamos con el club de las lloronas
Besototes nena!!! Gracias totales...
Ay cómo te entiendo, hoy mi niña mayor se ha ido de campamento cinco días y la echo muchísimo de menos. Ni siquiera me dejan hablar con ella y, aunque me había separado de ella otras veces, nunca he pasado un día sin hablar. Tu frase me hace poner los pies en la tierra, qué gran verdad!
ResponderEliminarUn besazo
Ay, Bego si me pongo así porque se va sola con el papá que será cuando se vaya de campamento!!!
EliminarPero tenemos que respirar hondo y aceptar que ellas también crecen... lo mejor es prepararlas para que aprendan a volar solas en algún momento no? Qué tema...
Besotes
Te entiendo totalmente Pao, es muy dificil, pero como bien dice la frase tambien hay que darles alas ^_^
ResponderEliminarUn besote, feliz lunes!
Sí, Adri! Tal cual... y aunque me costó me siento orgullosa de haberla dejado ir y haber "sobrevivido". Es la vida.
EliminarBesotes y feliz lunes!!!
Precioso post Pao, son reflexiones a los que nos vemos obligadas todas las madres, mucho antes de lo que habiamos pensado jejeje...
ResponderEliminarNuestros hijos quieren volar y es justo que así sea.
Un gran abrazo
Gracias Lily... si, es difícil pero es sano también... y sobretodo un gran aprendizaje.
EliminarUn abrazote
Que post tan emotivo y lleno de sabiduría.
ResponderEliminarDe a poco uno va entendiendo esas cosas de la vida.
Saludos
Hola Emilia! Muchas gracias... Besotes
EliminarPreciosa frase Pao! Nosotros les damos la vida pero su vida es suya y no nuestra, solo somos un apoyo en el viaje. Un besote!
ResponderEliminarSí, es tan cierto lo que decís... Gracias Nat!!! Besote
EliminarDarles raíces es fácil, pero alas... uf, eso cuesta un montón. Cuando a veces el Mayor se queda a dormir en casa de la abuela o de mi hermana ¡lo paso fatal! El día que vaya a un campamento me dará un infarto...
ResponderEliminarBesos :-)
Viste? Es lo más difícil. Yo creo que a mí también me da un infarto... pero también si no olvidamos que debemos darles alas se puede hacer más fácil e el futuro. No sé, en unos años te cuento jajajaja
EliminarBesotes
Las raíces no nos cuesta dárselas, pero las alas... eso ya es otra cosa.
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Feliz semana!
Sí, como le decía arriba a María Isabel...
EliminarBesote y feliz semana para vos también!!!
Me ha encantado... lo de las alas te aseguro que cuesta lo suyo, pero es muy necesario para ellos, para que se desarrollen como personas.
ResponderEliminarBesos
Gracias Terenya, tenés toda la razón!!!
EliminarBesote
...Y qué orgullo tan enorme cuando los vemos volar alto... ¿verdad?
ResponderEliminarImagino ese reencuentro... cuando yo viví esa experiencia con Grandullón, experimenté esa sensación de no caber el corazón en el pecho... puro amor.
Así tal cual fue... se me explotaba el pecho de amor al verla dormidita... se despertó en mis brazos y el corazón se me salía por los poros!!!
EliminarPuro amor, vos lo dijiste!!!
qué difícil es separse de ellos.... aunque sea solo un día... y el sufrimiento es solo nuestro, ellos están encantados (por un lado lo prefiero asi, si alguien lo tiene que pasar mal, que sea yo). Eso si, el reencuentro es..... maravilloso!!!
ResponderEliminarBesos!!!