lunes, 7 de abril de 2014

A propósito del parto humanizado

"Te gustó hacerlo, ahora bancatelá"
Enfermera de turno de x hospital porteño

 
New born by Amarelle

Parece una redundancia decir parto humanizado para referirnos al derecho a parir en condiciones respetuosas. ¿Qué era antes de humanizado? ¿No somos humanas pariendo? Es claro que si hablamos de parto las obviedades no existen pero la violencia obstétrica, si. 




En Argentina, el parto comenzó a realizarse en hospitales públicos a principios del siglo XX para disminuir la mortalidad materno-neonatal. No obstante, al tratar a las parturientas como pacientes enfermas, las familias en general, y las mujeres en particular, perdieron protagonismo en uno de los hechos más significativos de sus vidas: el nacimiento de un hijo/a. Médicos y parteras eran dueños de la situación, en el mejor de los casos, y poderosos agentes de violencia obstétrica, en el peor. La violencia obstétrica también es violencia de género. Las mujeres parturientas y, luego, las puérperas estábamos hasta hace 10 años (aunque en la práctica seguimos aún hoy) en situación de vulnerabilidad frente a un otro: en este caso, el servicio de obstetricia y ginecología. 

En el año 2002, el Instituto de Género, Derecho y Desarrollo dio a conocer el primer reporte Con todo al aire, donde se recogieron los testimonios de diversas mujeres que narraban experiencias traumáticas de malos tratos, degradantes y humillantes, de toda índole, en el servicio de salud sexual y reproductiva. Frases del tipo: “Aguanten, aguanten, si les gusta coger, se tienen que aguantar esto porque es menos doloroso” (t2). “Te gustó lo dulce, ahora aguantate lo amargo” (t12). “Si te gustó, aguantátela” (t13)”, eran (son) moneda corriente al momento de asistir a un parto.
La violencia obtétrica varía según se trate de un sanatorio privado, un sanatorio de obra social o un hospital público. Mientras que en el primero la lógica es ganar más dinero, en los otros dos casos de lo que se tratar es de gastar menos. Los números indican que mientras en los hospitales públicos el 30% de los partos son por cesárea, en los privados la cifra alcanza el 80%.

Dos años más tarde, en 2004, se sancionó en nuestro país la Ley Nacional de Parto Humanizado - 25.929. En su artículo Nº 5 dice que el Ministerio de Salud de la Nación, las autoridades sanitarias de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires serán las autoridades de aplicación de la normativa en sus respectivos ámbitos de competencia. Sin embargo, todavía hay 8 provincias que no adhirieron a la ley o no sancionaron leyes provinciales con contenidos similares, entre ellas Buenos Aires. En el caso de Capital Federal, se aprobó una norma que contempla sólo uno de los derechos incluidos, el derecho de la mujer a estar acompañada por una persona que ella elija. No podemos meter a todo el personal de salud en la misma bolsa, pero existe un modelo médico hegemónico donde la paciente es tratada como objeto que debe cambiar.

La ley existe, el problema es que hay una gran falta de información al respecto. En muy pocos lugares se concientiza a las embarazadas de sus derechos. De hecho, y sin ir más lejos, yo fui mamá en marzo de 2012 y no supe de la ley hasta un mes después del nacimiento de mi hija y de la violencia que sufrimos las dos en aquel sanatorio. (si querés conocer mi historia pinchá acá)

Es lamentable tener que agregar el adjetivo humanizado. Es larga la lista de casos de maltrato y mala praxis.Todavía hay mucho trabajo por hacer para convertir la violencia en respeto. Por eso, vuelvo a la reflexión del principio y agrego: parto humanizado no es sinónimo de parto natural. Humanizar es volver algo o a alguien más respetuoso. Parto humanizado implica entonces respetar a la mujer, su historia, sus deciciones pero también sus propios tiempos. Generar un espacio familiar y de contención donde mamá y bebé sean los protagonistas, donde el papá pueda acompañarlos. Concientizar e informar a las familias se vuelve prioritario así como garantizar una asistencia segura, respetuosa de la fisiología femenina, de sus pautas culturales y del necesario vínculo precoz madre-hijo desde el nacimiento. 

En mayo se celebra la 10º Semana Mundial del Parto Respetado en distintos países del mundo por iniciativa de la Asociación Francesa por el Parto Respetado. No nos quedemos, informémonos. No nos callemos. Gritemos nuestras historias. Hagamos correr la voz para las que no conocen sus derechos. La unión hace a la fuerza. Sería bueno que a 10 años de la sanción de la Ley 25.929 por fin podamos parir respeto.



Fuentes de consulta:
http://www.msal.gov.ar
http://www.pagina12.com.ar
http://www.enredando.org.ar
http://www.smar.info/ 

9 comentarios:

  1. Ay Pao, a mí estas historias me dejan un sabor amargo. He sanado heridas, pero no puedo olvidar que mi parto tampoco fue como me lo imaginaba e hicieron muchas, pero muchas cosas que sí, pueden ser consideradas violencia obstétrica... A veces me pregunto cómo será si deseo tener otro hijito. Por supuesto, la cosa sería diferente, sería una mujer mucho más informada, y no permitiría cosas que permití por miedo e ignorancia... Pero el solo saber que estaría nuevamente expuesta es lo que me deja el sinsabor...
    Muy buena reflexión.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Diana, cuando escribía me acordaba de vos, de tu caso. Saber es poder, si hoy quisieras tener otro hijo contarías con la experiencia vivida y muchas más herramientas para defenderte. Parir respeto también depende de nosotras... Un besote enorme, amiga!

      Eliminar
  2. Me encantó leer este post, el tema no es que sea feliz, pero si no se habla de estas cosas, es como si no existieran. Vamos mejorando, yo que te lo digo Pao, todo va para mejor, con mirar la historia del siglo XIX hasta hoy nos podemos dar cuenta de que todo va "para adelante". Algún día se terminará la violencia de género, tal vez no lo veamos nosotras, pero habremos puesto nuestro granito de arena.

    Un abrazo desde Budpaest

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal cual, Bea! Hablar de esto implica poner en palabras lo indecible y ese es el primer paso para cambiar el curso de las cosas. Estoy de acuerdo en que vamos mejorando, pero todavía hay un largo camino. Espero que Muriel sea testigo de un mundo donde convivan géneros en comunidad, respeto y diversidad, un mundo donde ya no exista la violencia de género. Un mundo donde parir (y nacer) sea sinónimo de humanidad y no necesite de adjetivos que lo refuercen. Gracias por visitarme, amiga! Un placer leerte por acá.

      Un abrazo desde el otoño porteño, che!

      Eliminar
  3. Muy buen post Pao! En mi experiencia personal sí puedo decir que el parto se ha vuelto mucho más humanizado -al menos en el hospital público en donde parí a mis tres niños. Cuando tuve al primero (en 2006) todo eran tactos molestísimos cada dos por tres, y comentarios del tipo "no te quejabas tanto cuando lo hacías", o "si tanto te duele ahora, no sé cómo vas a parir". Rasurado, enema, y episiotomía, se hicieron "de oficio" y sin preguntar. En cambio, en 2011, cuando tuve al pequeño, todo era totalmente distinto. Creo que me hicieron un tacto, como mucho. La matrona era respetuosa, cariñosa y atenta, que no dudó en llamar la atención (e incluso echar de la sala) a la típica enfermera con muchos años empeñada en hacer las cosas "a su modo". Me dejó estar a mi aire mientras dilataba (y no atada a la cama con los cables de monitorización, como con el primero), caminando, sentada sobre una pelota de Pilates, hasta le intentó enseñar a mi marido a darme un masaje para aliviar las contracciones!! Una auténtica maravilla!!! Bueno, con todo este rollo quiero decir que las cosas sí pueden mejorar, sí se pueden hacer bien, no hay que conformarse con un "en todas partes se hace así", o un "es lo que hay y toca aguantarse". A las mamás que vayan a dar a luz próximamente, que se informen y reivindiquen su derecho a un parto humanizado!!
    Perdona por este comentario tan largo, Pao!
    Un beso :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Isa!!! Cómo perdón? Mil gracias por este comentario! Tu caso es una muestra de que las cosas pueden cambiar para bien y que no somos las mismas en el primero que en el segundo o en el tercero. Por un lado, vamos acumulando experiencias vividas, información y nos volvemos mucho más fuertes y menos vulnerables. Por otro lado, el sistema de salud está viviendo un proceso de cambio y de a poco la idea de parto humanizado se va haciendo carne en hospitales y sanatorios. Claro que esto tiene que ver con la lucha de muchas mujeres por la reivindicación de su derecho a parir en el marco del respeto!!!

      Un besote enorme, che ;-)

      Eliminar
  4. Hace tiempo que no pasaba por acá, me ha encantado como has rediseñado el blog y quiero compartir tu Post en mis redes sociales. Sabes que fue muy difícil para mi tener que ser sometida a una cesárea innecesaria y tratos no tan amables, por eso es necesario difundir este tipo de información... Que las demás mujeres conozcan a lo que se enfrentan y hagan valer sus derechos, que alcen su voz... Sencillamente genial!!!!

    ResponderEliminar
  5. Gracias a post como este fue que tuve la dicha de tener el parto que deseé, junto a la gente que YO quería que me acompañaran y rodeada de amor y cariño. Es importante dejarle a saber a las futuras madres que tienen el derecho de exigir el parto que desean, no simplemente dejarse llevar por los deseos o comodidades del médico. ¡Gracias! Lo compartiré! :)

    ResponderEliminar
  6. Yo te escuché ayer mismo en la radio, y hablabas de lo irónico que es que se hable de parto humanizado en mujeres, que somos precisamente eso, humanas. Es irónico y es duro, pero tristemente es la realidad que toca denunciar, cambiar, mejorar. Sólo puedo darte la enhorabuena y las gracias por compartir tu experiencia y contribuir con ella para que no se repita, aunque sea una sola vez.

    ResponderEliminar

Me harías muy feliz si me dejaras un comentario, che!!!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...